Presente y Pensamiento

Presente y Pensamiento

El pensamiento de la nueva normalidad ha nacido agrietado por los sin sabores que contrajo el confinamiento. Filósofos contemporáneos cómo Zizek, Giorgio Agamben, entre otros, se adelantaron a declarar que la pandemia era obra de un ajuste económico a nivel mundial y dudaban de su existencia, por lo cual recibieron duras criticas como avanzaba la crisis de salud. Tuvieron que adecuar su discurso gradualmente conforme avanzaba la pandemia.  Esto quiere decir que: ¿La filosofía siempre llega tarde al proceso de la realidad?

Presente y Pandemia 

En México, las recientes movilizaciones sociales nos demostraron que por lo menos en la capital los temas que se trataban eran contemporáneos, por ejemplo: la marcha del orgullo LGBT del año pasado, la de paz y justicia el pasado enero, y en marzo en el marco del día mundial de la mujer, la libre interrupción legal del aborto entre otras marchas no menos importantes en todo el país. La política del Estado fue de no represión a estas movilizaciones, todo lo contrario, contestaba con propuestas a la altura en nuestro país la pandemia produjo un cambio social y un efecto en las redes sociales. La comunicación por ese medio se abarrotó en su mayoría con comentarios a favor o críticas a la política de salud que llevaba el gobierno. Los expertos en el tema fueron desplazados por comentaristas tradicionales de las televisoras y los nuevos yutubers, que opinaban y, en “el mejor de los casos” debatían sobre el manejo de la pandemia. Pero fue cuestión de tiempo para que el confinamiento incluyera nuevamente a la vida diaria problemas sociales que pensábamos ya estaban superados como el del racismo en E.E. U.U., y el clasismo en nuestro país. Un ejemplo de ello en nuestro país fue dentro del contexto álgido de la pandemia, un comentarista de televisión tradicional con nombre Carlos Castañeda evidenció su desprecio a un municipio del sur llamándolo: “pueblo arrabalero”, en un afán de desesperación para acoger e identificarse públicamente con todos los que pensaban como él. Gracias a ese tipo de comentarios el racismo y clasismo del mexicano ha vuelto como tema eje en el debate y la agenda pública y ciudadana. El presidente desde las mañaneras y el pensamiento crítico en México abordó nuevamente el tema de lo que nos ha desquebrajado desde el inicio de nuestra nación: el racismo y clasismo. ¿Somos capaces de mirar hacia adentro? 

Parece que la incapacidad de convivencia y de sustentarse en la identidad nacional es lo que nos destaca como mexicanos. El antagonismo es puesto desde la comunicación de los medios masivos de información al servicio de los que tienen la idea civilizatoria e higiene con nosotros “los pueblos arrabaleros”. ¿Por qué obstruir nuestras propias narraciones? ¿Por qué sospechamos de la diversidad?

 

 

 Presente y Filosofía

 La filosofía no debe llegar tarde para reflexionar sobre estos temas que trajo la pandemia, sino todo lo contrario, el filósofo tiene que volar en círculos en el presente, cómo águila arriba de los cuervos carroñeros de la historia y de la realidad. Si las declaraciones fueron a destiempo de Zizek y Agamben, también se adelantaron a muchas y fueron porta voces de lo que se pensaba en ese momento. ¿Quién se atrevería a asegurar que sus primeras declaraciones no tienen algo de razón al respecto? 

El filósofo y el artista deben de estar en el presente, en el juego del juicio de valor, al argumento y a la hipótesis; si no, ¿qué caso tiene un pensamiento que llega siempre tarde a la creación de nuevos conceptos de los problemas que nos aquejan como sociedad? Deben estar activos en lo vigente para criticar propuestas o ideologías que se den en la actualidad la ultra derecha, la derecha del centro y la izquierda progresista. La filosofía debe estar a la altura de lo que acontece hoy en día.  Cierro con una pregunta de manera de conclusión: ¿la pandemia nos ha hecho repensar lo que con ello nos trajo?

Jaime Mtz Aguilar

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